Archive for the ‘dermatología’ Category
¿Cómo cuidar la piel en invierno?
Posted on: enero 31, 2008
A diferencia de lo que muchos creen, el sol no es el único agente natural que deteriora nuestra piel. En invierno, el calor emitido por las calefacciones y los ambientes cargados de humo de los bares también la agreden. Por eso, no sólo vasta con mantener una hidratación interna sino también externa. Aquí, algunos consejos básicos difundidos por Mujer Hispavista.
–Beber diariamente un mínimo de un litro y medio de agua.
–Instalar en los hogares un humidificador que contrarreste la sequedad del aire provocada por la calefacción.
–El cutis necesita de cuidados específicos: las pieles muy sensibles y las secas son las que más hidratación precisan. Aplicar protección solar 15 o 20 o cremas que contengan filtros fotoestables. Las mixtas o grasas, en cambio, son las más resistentes y «aguantan» mejor los rigores invernales.
–Protege los labios para que no se agrieten con manteca de cacao o protector. Humedecerlos con la lengua los reseca aún más.
–Hidrata las manos tres veces al día.
–Exfolia tu cuerpo cada 15 días. Evita los jabones abrasivos, las duchas o baños prolongados, y ropas y calzado que puedan producir irritación o que impidan la natural transpiración.
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La fitoterapia contra la celulitis
Posted on: enero 30, 2008
La batalla contra la celulitis no tiene fin. A la variedad de métodos, cremas y tratamientos se suma la “fitoterapia”, que utiliza el poder de las plantas para mejorar el aspecto de la piel.
Eso sí, las plantas deben transformarse de forma tal que puedan ser ingeridas por vía oral o dérmica, en forma de gotas, cremas o pastillas. Para cada trastorno está indicada un tipo de fórmula, informa el sitio Mujer Actual. Para la celulitis, lo más recomendado por los médicos son las pastillas, que se toman antes de las tres comidas principales.
¿Qué beneficios otorga cada planta?
El abedul que ayuda a eliminar toxinas a través de la orina.
El arándano es un gran estimulante de la circulación sanguínea.
El fucus contribuye a la disolución de las grasas acumuladas.
El llantén mejora notablemente la circulación.
El ortosifón une su acción diurética con el abedul.
Lo bueno de la fitoterapia es que no tiene efectos secundarios ni se ha demostrado perjudicial en ningún aspecto. Por lo tanto, se puede aconsejar a todo el mundo que no quiera someterse a otros tipos de tratamientos más invasivos.
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