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Para el cuidado de la piel a veces no alcanza con
cremas, aunque tampoco hace falta hacerse una cirugía estética. En el medio está el peeling, un tratamiento llevado a cabo por mujeres que desean tener su cutis más joven y reluciente.

No sólo es útil para trabajar contra las arrugas, sino que también sirve para tratamientos de acné, rosácea, melasmas o enfermedades como la dermatitis seborreica. Incluso, es complemento de la cirugía plástica; algunos cirujanos lo recomiendan antes del lifting, porque hace que la piel se vea más joven.

El peeling, o exfoliación cutánea, consiste en la eliminación de distintas capas de la epidermis para favorecer la regeneración de la piel. La cantidad de capas que se debe eliminar depende del tipo de peeling que se realice, el cual puede ser superficial, medio o profundo.

Es importante saber que luego del tratamiento la higiene es primordial, además de ser imprescindible usar protección solar y evitar la exposición directa al sol. De igual forma, cada paciente va a contar con un tratamiento personalizado, el cual se puede basar en la aplicación de cremas o en complementos dietéticos.

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Que los hombres también se cuidan, ya no es novedad. Incluso han nacido nuevos estilos de varones, como los metrosexuales, etc., que basan su seducción mediante su imagen.

Un nuevo estudio reveló que los hombres cada vez tienen menos vergüenza en aceptar que se cuidan y que gastan dinero en productos de belleza.

La investigación, llevada a cabo por Gillette a 12.000 hombres y mujeres en 12 países de Europa, dio como resultado que tanto los españoles como los alemanes, dedican 20 minutos al día al cuidado corporal.

También los españoles, en este caso junto a los italianos, son los que más gastan en cuidados de la piel y del cabello, mientras que los griegos prefieren mantener en secreto sus rituales.

Pero ¿cuáles son los rituales de belleza de los hombres de hoy? En primer lugar el afeitado, y no sólo de barba sino también del cuerpo entero. Por ejemplo, los que más se depilan las ingles son los suecos (38%) y los que más el pecho los alemanes (24%).

Después le sigue el uso de cremas, tónicos y perfumes para hidratar la piel; y por último, el cuidado del cabello, ya que los azota el miedo a la calvicie.

Vía: 20Minutos

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A diferencia de lo que muchos creen, el sol no es el único agente natural que deteriora nuestra piel. En invierno, el calor emitido por las calefacciones y los ambientes cargados de humo de los bares también la agreden. Por eso, no sólo vasta con mantener una hidratación interna sino también externa. Aquí, algunos consejos básicos difundidos por Mujer Hispavista.

Beber diariamente un mínimo de un litro y medio de agua.

Instalar en los hogares un humidificador que contrarreste la sequedad del aire provocada por la calefacción.

El cutis necesita de cuidados específicos: las pieles muy sensibles y las secas son las que más hidratación precisan. Aplicar protección solar 15 o 20 o cremas que contengan filtros fotoestables. Las mixtas o grasas, en cambio, son las más resistentes y «aguantan» mejor los rigores invernales.

Protege los labios para que no se agrieten con manteca de cacao o protector. Humedecerlos con la lengua los reseca aún más.

Hidrata las manos tres veces al día.

Exfolia tu cuerpo cada 15 días. Evita los jabones abrasivos, las duchas o baños prolongados, y ropas y calzado que puedan producir irritación o que impidan la natural transpiración.

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El colágeno es una proteína contenida en la piel (se localiza en la epidermis y lios músculos) que se deteriora a partir de los 30 años si no se mantienen cuidados especiales. Si esto ocurre, se pierde elasticidad, tesura y firmeza. De hecho, las temidas arrugas surgen cuando las moléculas y fibras comienzan a entrelazarse, a través de un puente químico que une sus átomos.

Por eso, los tratamientos dermatológicos y cosméticos a base de colágeno son indispensables para combatir el paso del tiempo retrasar sus efectos sobre la piel. Según publica el portal Terra, las bases de cremas, lociones, geles y mascarillas contribuyen a que la piel permanezca suave y elástica, evitando la aparición prematura de arrugas y deterioro cutáneo.

Para prevenir las arrugas y un envejecimiento prematuro, estos productos cosméticos deben ser utilizados a partir de los veinticinco años. Cuánto más puro sea y más calidad tenga el producto en cuestión, mucho mayor será la regeneración de los tejidos. En el mercado y la industria cosmética existen infinidad de ellos apropiados para cada tipo de piel específico.

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La sequedad de los labios, el agrietamiento en la zona ocular, la picazón y el enorjecimiento en la piel son comunes en épocas invernales. Para que esto no ocurra y la cara luzca resplandeciente y sin escamas, hay algunos consejos básicos para tener en cuenta que fueron divulgados por MSN Latino:

Permanecer hidratado: tomar al menos ocho vasos de 8 onzas (238 ml) de agua al día.

Tomar duchas cortas y tibias: no pasar mpas de 10 minutos en la ducha para evitar la pérdida de los aceites naturales de su piel.

Use productos suaves para el cuidado de la piel: Las mejores opciones son cremas, ungüentos y lociones que se formulan para piel sensible que no contengan alcohol.

Humectar a diario: la crema humectante se vuelve un aliado incondicional. Utilícela en cualquier momento del día cuando sienta que se le reseca la piel.

Tener cuidado al exfoliarse: el exceso de exfoliación puede irritar la piel y resecarla. Hágalo sólo una vez por semana.

Utilizar bloqueador solar: aunque no haya sol aplíquese crema con FPS 15 en el invierno para proteger la piel y evitar manchas.

Protéjase los labios: no se ponga saliva en los labios para humectarlos. En cambio, utilice protector de labios a base de petróleo o cera de abejas.

También puedes seguir los consejos sobre maquillaje a prueba de frío

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Todas las mujeres a partir de los 25 años empezamos a luchar contra las ojeras. Mientras antes salíamos casi todas las noche y por ende dormíamos poco, al otro día había al despertarnos apenas una hinchazón que en un abrir y cerrar de ojos desaparecía.

Hoy, el estrés, el cansancio, la falta de sueño, enseguida se manifiestan debajo de nuestros ojos. Aunque las ojeras tienen varios orígenes, en la mayoría de los casos, son provocadas por venas bajo la piel alrededor de los ojos. Esta piel es en extremo delicada, es mucho más delgada que la del resto del cuerpo, y por eso las venas son visibles.

A medida que pasan los años esta piel se daña y se vuelve aún más fina y débil; lo que provoca que las venitas y capilares se vuelvan más perceptibles. Otra condición que produce ojeras es la pigmentación de la piel.

Las ojeras se presentan en cada persona de un color diferente, lo que depende del tipo de piel. En quienes tienen piel oscura, que se han expuesto demasiado al sol o que manifiestan cambios hormonales, las ojeras suelen ser de color marrón. En las personas con piel color mate las ojeras se presentan verdosas; y en las pieles más blancas se manifiestan con un color violáceo.

Para solucionar este problema, ante todo es conveniente llevar una dieta saludable, dormir bien (los médicos recomiendan un promedio de 7 o 8 horas de sueño para adultos), evitar alimentos salados, utilizar protector solar, ingerir abundante agua, no fumar, ni ingerir alcohol o cafeína.

Además, se pueden atenuar con tratamientos o disimular con maquillaje. Como cuidado cosmético, conviene usar, tanto por la mañana como por la noche, una crema hidratante específica para el contorno de los ojos. Esto ayudará a descongestionar y cuidar el área.

Otra buena solución es usar correctores. Para aplicarlos de forma correcta se comienza por limpiar bien la piel con una crema hidratante. Luego, colocar el corrector mediante suaves golpecitos, sin estirar la piel, y difuminarlo con una esponja en dirección de afuera hacia adentro.

Otro de los tratamientos caseros es el uso de las bolsitas de té frío en los ojos para reducir las ojeras (aunque si éstas son producidas por alergias este paso no funciona). La manzanilla es uno de los elementos naturales más eficaces para combatir la inflamación. Una taza de té de este producto puede ayudar después de una larga noche o, incluso, después de llorar.

También es útil usar mascarillas para los ojos, porque así se beneficia la delicada piel del alrededor. En caso de preferir mascarillas naturales, utilizar compresas de té frío o papa cruda.

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Al estar desprovisto de soporte óseo y de fibras de colágeno que garanticen su elasticidad, el cuello requiere de los mismo cuidados que el rostro, aunque la mayoría de la gente lo desconoce y no le brinda los cuidados que necesita.

. Sobre todo después de los 35 Además de limpiarlo, exfoliarlo e hidratarlo es imprescindible tonificar sus músculos para retrasar lo más posible el envejecimientoaños, donde comienzan a aparecer los signos más notorios del fotoenvejecimiento. La hidratación intensiva y los peelings (una vez al año es suficiente) se convierten en aliados esenciales.

Para empezar a cuidar el cuello, evita dormir con una almohada alta ya que perjudica la musculatura del cuello. También procura mantener el cuello en una posición erguida cuando camines o trabajes frente a la computadora.

Un ejercicio infalible que se convierte en un aliado de las cremas para que no se forme la papada es hacer una «O» exagerada con la boca, durante cinco segundos, para estirar todos los tejidos de la zona. A continuación practica con una «U» y luego con una «X». Repite cada gesto diez veces, 4 o 5 días a la semana.

Fuente: Univisión

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¿Conoces tu tipo de piel a fondo? Esto es fundamental a la hora de comprar una crema para el cuidado facial. Después de los 25 años, nuestra piel necesita un mantenimiento especial para que los rasgos de cansancio, estrés o preocupación no queden reflejados en el rostro. Las opción en el mercado es muy amplia. Para poder elegir correctamente una crema de acuerdo a nuestra necesidad, lo primero que hay que saber es qué tipo de piel tenemos. Si no lo sabes, aquí doy algunos consejos:

Una piel normal es aquella que posee un aspecto suave y terso sin poros abiertos, ni puntos negros, ni manchas, ni acné ni granos.
Una piel seca grasa se caracteriza por tener una textura fina y poros muy pequeños, que provoca una sensación de tirantez u hormigueos. Tampoco tiene puntos negros.

Una piel seca húmeda se distingue por una ligera sensación de tirantez en la zona de la barbilla, la nariz y la frente. Tiene pequeños puntos negros y apariencia grasosa. También puede presentar poros grandes y aspecto brillante.

Una piel grasa es de apariencia brillante y tacto grasoso. Es propensa a tener poros dilatados, espinillas y barritos.

Una piel mixta tiene partes grasosas y partes normales. Una piel envejecida es de tono mate y da la sensación de sequedad en todo el rostro. Es una piel arrugada y marchita.

Una piel sensible es de color blanco rosáceo que muestra una apariencia normal y textura fina, pero con tendencia a la sequedad. Se caracteriza por la aparición de manchas rojizas e irritaciones.

Fuente: Mujer.com

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